Así como me enamoro perdidamente de una persona en lo que a la mayoría le resulta MUY poco tiempo y soy capaz de dar hasta la última gota de sangre por quien amo, también es cierto que cuando olvido a alguien, lo olvido por completo.
No es algo que pueda controlar, ni el enamoramiento ni el olvido, son cosas que se dan natural y definitivamente. Creo que es el único punto en mi vida en que no tengo grises, si te amo, te amo, si te olvidé... no hay segundas oportunidades.
Más que claro es el caso de mi último ex, q lo amé al punto de ser el primer hombre en quien confié ciegamente, y cuando me dejó quedé reducida a la nada misma. Pero como siempre, llegó el momento del duelo, de la aceptación y del seguir adelante. Meses después de haber empezado un muy difícil duelo, lo volvimos a intentar, pero ya no era lo mismo. Lo seguía amando? Se podría decir que si, que en algún punto lo que sentía era amor, pero no como el de antes. Ya no era incondicional, ni gigante e indestructible... Era chiquito, despreocupado y desinteresado, y no en el buen sentido. Obviamente no duramos más que un par de meses, simplemente no tenía sentido seguir.
A qué voy con todo esto? A ningún lado en particular. Creo que es una forma de recordarme(te) que esto también va a pasar, que esto también va a dejar de doler, y que hoy me da pena que así sea por todo lo que se va a perder por dejar pasar la oportunidad, porque cuando lo olvide, cuando ya no
pueda sentir lo mismo que ahora, no va a haber vuelta atrás, pero mañana no tarda en llegar, y mañana él también va a quedar atrás.
